En esta entrada vamos a salir de lo que suelen ser los habituales juegos de tablero, que hemos visto hasta ahora, para ver un juego electrónico que tuvo su mayor éxito en la década de los ochenta, se trata de Simon, diseñado por Ralph Baer en 1978 y comercializado por Milton Bradley, el juego es una circunferencia dividida en cuatro cuadrantes, cada uno de un color, verde, rojo, azul y amarillo, debemos repetir la combinación de colores y sonidos creada por la máquina y repetirla, si lo conseguimos la secuencia se va complicando hasta llegar a la última combinación. Como curiosidad su nombre se debe al popular juego Simon dice, en el que los participantes deben hacer lo que dice uno de ellos.
Ficha del videojuego.
Publicado: Alpha Software Ltd., 1986.
Programador: Gubnet O'Malley.
1 jugador.
Objetivo del videojuego.
Al igual que en su versión electrónica, debemos repetir la secuencia dictada por el ordenador, dispone de varios niveles de dificultad, un juego bastante sencillo en el que se debe recordar la combinación y repetirla.
Tras la carga del juego tenemos una pantalla en la que podemos pasar directamente a jugar, o ver las instrucciones, el juego es bastante sencillo.
De este juego, había también una gran variedad de versiones, de hecho, en varios libros se mostraba como ejemplo a la hora de diseñar tus juegos.
Como podemos ver en esta captura, el diseño es de lo más sencillo, una vez realizada la secuencia la repetimos con las teclas del 1 al 4, al realizar el más mínimo error, el ordenador emite un sonido, si la combinación es correcta, vuelve a repetirla añadiendo un nuevo número.
Resumen y evaluación del videojuego.
Gráficos: 5. Sonido: 5. Originalidad: 6. Dificultad: 5. Jugabilidad: 8.
Un juego muy sencillo, apto para pasar algún rato pero sin ningún derroche técnico, de todas las versiones que hay del simon es una de las mejor realizadas, ya que el juego se limita a comparar la secuencia mostrada con la repetida por el usuario, no admite más variaciones, haciendo que tras unas partidas resulte monótono.
Al igual que su versión de mesa, el juego es sencillo, como punto negativo, llega a hacerse repetitivo tras jugar unas cuantas partidas.
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